¿Qué son?
BECERRADAS
Cientos de becerros son cruelmente asesinados en diferentes pueblos de toda España comúnmente con excusa de la celebración de las fiestas patronales del municipio.
Los becerros son las crías macho de las vacas, siempre menores de 2 años de edad. En muchas ocasiones se ha podido observar que animales de poco más de 1 año y recién destetados de su madre son utilizados en las fiestas populares de los pueblos para el “disfrute y divertimento” de los habitantes del mismo. Estos becerros son soltados al ruedo para que personas habitualmente inexpertas puedan lucirse “como buenos toreros” por un día, entre risas, mofas y en ocasiones abucheos por la imprecisión de estos individuos para clavarles las banderillas y el estoque, provocando así a los becerros una muerte lenta y extremadamente dolorosa.
EL PROBLEMA
Es común observar la torpeza de estos animales debido a la fragilidad de los músculos de sus patas y de su sistema psicomotor aún sin desarrollar, por lo que los tropiezos, las caídas y el terror que sienten estos pequeños, les provoca graves lesiones por diferentes partes del cuerpo, mostrando aún más la cruel cara de esta celebración.
LAS RAZONES
Las becerradas son demandadas por un gran número de ayuntamientos de todo el país debido a su bajo coste en comparación con la celebración de otro tipo de festejo taurino en donde se utilizan animales de mayor tamaño y con la necesidad que esto conlleva de contratar a un matador profesional. Además la accesibilidad y la posibilidad de participación en este espectáculo comprende amplios grupos de población ya que no se necesita experiencia previa para torear a los animales.
LAS CIFRAS
La mayor cantidad de pueblos que celebran becerradas se concentran en la Comunidad de Madrid y en Castilla y León, donde decenas de municipios de cualquier índole (y en aumento) son cómplices de esta barbarie. Estas cifras se encuentran aún sin determinar con exactitud debido a la poca transparencia de muchos ayuntamientos para informar de la realización de este evento. Pero cada vez se está visibilizando más los horrores de estos espectáculos, sacando a la luz duras imágenes que demuestran que las Becerradas no tienen cabida de ninguna manera en un país moderno y “civilizado”. El rechazo de la sociedad es cada vez mayor, por lo que se están llevando a cabo diversas campañas para luchar por acabar con esto, donde las conciencias obligarán a los políticos a no apoyar este tipo de festejos denominados de “especial crueldad”.